Alimentar a las palomas no sólo ha cambiado el comportamiento natural de estas aves, sino que está afectando la salud de los humanos. En sus recorridos por la ciudad, el equipo de biólogos y médicos veterinarios del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal ha encontrado grupos de palomas habitando en casas, parques y conjuntos residenciales debido al alimento que reciben por parte de la ciudadanía, generando alta concentración de estas aves en sitios específicos.
En las jornadas realizadas en la Plaza de Bolívar, los médicos veterinarios han encontrado palomas con baja condición corporal y plumaje desgastado; algunas aves presentaron lesiones compatibles con la viruela aviar, otras tienen patas amputadas, plumaje infestado de piojos y pulgas, lesiones de piel o alas rotas. La situación ha obligado al Instituto a hacer de nuevo un llamado a la ciudadanía para que NO alimente a las palomas de plaza. Esta práctica ha generado con el paso de los años la sobrepoblación de estas aves, trayendo consigo proliferación de enfermedades que las afectan, generando también riesgo para la salud de los humanos. La sobrepoblación de palomas produce desde acumulación de plumas y excremento, hasta alta contaminación del ambiente por residuos en descomposición como polluelos que mueren en sus propios nidos. Estas lamentables condiciones ambientales podrían poner en riesgo la salud de las personas que habitan permanentemente las viviendas, especialmente niños menores de 5 años, adultos mayores y pacientes con enfermedades crónicas.
Estas aves están en capacidad de buscar alimento por instinto en zonas donde puedan hacerlo de forma natural. El objetivo de la medida no es acabar con esta especie, por el contrario, lo que se busca es controlar la sobrepoblación que ha generado a las palomas enfermedades como la viruela aviar y amputaciones de sus extremidades.
Por la salud y el bienestar de las palomas y de todos nosotros: ¡NO LAS ALIMENTES!